Comparar una fiesta de botellón con una fiesta a la cual ibas provisto de una petaca, es sumamente difícil.
La petaca para los jóvenes es una cosa del ayer, ¿cuando vimos una petaca de litro?. Finos tiempos caballero, ese provisto de un güisqui añejo, el cual bebía a escondidas para reactivarse tras un baile en una pista cualquiera.
El botellón, la misma palabra indica lo que es, botella grande ande ó no ande. Socializar, reunión de gente en torno a unas botellas.
Tiempos de glamour y tiempos difíciles; comprendo que muchos jóvenes no tengan poder adquisitivo, aunque este verano de discotecas en sesión nocturna andamos cortos.
Me gustaría comparar una noche de discoteca con una noche de botellón, al final el resultado puede ser el mismo, una triste borrachera; pero una buena discoteca con megawatios de sonido y con buenos servicios, no es comparable al sonido de un coche tuneado, o de cualquier reproductor móvil.
El verano 2021 pasara al recuerdo como el verano de los botellones, y me preocupa, ya que el beber por beber no tiene nada bueno.