Corre el verano 2019, el otro día mi sobrina fue a la fiesta «Fin de Feria» y me recordó mis años mozos en la discoteca Tik, sus fiestas y al público asistente.
El verano corre y a los pocos días leí en la contraportada de la prensa local, unas preguntas formuladas a un empresario de la hostelería Gijonesa.
Recuerdo que este personaje trabajaba para Falo San Juan como relaciones, durante los mejores años de la discoteca Tik y después se la fue ganando poco a poco, se la metió.
He leído el artículo dos veces, primero en papel y ahora en formato digital, sacando la misma conclusión:
Las noches de Gijón están hipotecadas y deformadas.
¿Cuando se perdieron las noches?, las noches de glamur llenas de líneas verdaderas, las cuales conducen hacia algún sitio también verdadero. Para conducir las noches no es necesario pasear en un Porche, Ferrari, ó gobernar yates. Solo hace falta ser original, no ser una réplica mala de unos sueños robados.