La discoteca Tik durante una fiesta del Hípico en el año 1983.
Las gradas repletas de espectadores y nuestro «potro salvaje» montado por un conocido jinete.
Las fiestas del Tik sorprendieron por el glamur de las mismas. No solo los relaciones públicas atraían al auditorio en general, en muchas ocasiones los RP no llegaban a invitar personalmente a clientes en particular.